Las mentes estratégicas a lo largo de la historia, no solo aprovecharon la adversidad y el conflicto para hacer prevalecer sus intereses, principalmente consiguieron que ésas situaciones nutrieran su propia sabiduría.
La Estrategia es simplemente eso: la sabiduría acumulada por mentes estratégicas a lo largo de miles de años de historia de relación con problemas, conflictos y adversidad. En tanto es así, seguramente no existe sistema de gobierno más apropiado para navegar las difíciles condiciones de la vida actual.
A continuación se exponen 28 lecciones que enriquecen los procesos mentales del pensador estratégico:
1.- Las mentes estratégicas evitan el “infierno táctico”.-
“Infierno táctico” es ése estado en el que se reacciona constantemente a las demandas y necesidades de otras personas. Y se lo hace esencialmente por impulsos emocionales en lugar de directrices lógicas.
Las mentes estratégicas saben que en un “infierno táctico” uno está obligado a ganar batalla, tras batalla tras batalla, sin final ni beneficio aparente.
El Strategos debe evitar siempre el “infierno táctico” y sustituirlo por el “cielo estratégico”, porque la estrategia obliga a que la mente se eleve por encima del campo de batalla. En lugar de estar en la refriega, ve las cosas desde la distancia, con objetividad y desapego, observando el panorama general.
2.- Planifique todo el camino hasta el final.-
Bien lo dice el poeta francés Jean de La Fontaine: «en todo, hay que considerar el final».
Antes de tomar la decisión de hacer cualquier cosa, las mentes estratégicas, visualizan completamente el resultado final, y tienen un objetivo claro antes de lanzarse a la acción.
3.- Las mentes estratégicas piensan en el largo plazo.-
Jeff Bezos, fundador y director ejecutivo de Amazon, explicó de esta manera la importancia del pensamiento de largo plazo en su carta de 1997 a los accionistas de la empresa:
«Creemos que una medida fundamental de nuestro éxito será el valor del negocio que podamos crear para los accionistas a largo plazo».
Las empresas y personas siempre están sujetas a presiones que las llevan a tener una visión y un enfoque muy estrecho de las cosas. Bezos, al igual que otras mentes estratégicas evitó ése juego. Y lo dijo muy claro: “Amazon siempre se centrará en el largo plazo, no en consideraciones inmediatistas o reacciones de corto plazo a los dictámenes de Wall Street”.
Comprendió que el valor radica en pensar en el futuro. Su máxima para aprovechar las oportunidades es también una prueba de ello: «Concéntrese en las cosas que no cambian»
4.- Practique el arte de la visualización negativa.-
Esta lección proviene de mentes estratégicas tan importantes como las de los filósofos estoicos Séneca y Marco Aurelio.
Ellos usaban el término “premeditatio malorum” para describir la visualización que de antemano efectuaban del fracaso. ¿Por qué hacían eso? Porque si uno se imagina el fracaso, también ve los caminos que han conducido a él. Así se los puede abordar y componer por anticipado.
5.- No se deje tomar por sorpresa.-
El general Matthew Ridgway tenía la siguiente frase expuesta en su escritorio: «la única ofensa inexcusable en un oficial al mando es dejar que algo lo tome por sorpresa».
El trabajo del Strategos es ver el panorama general y las posibles perturbaciones que puedan existir en la acción prevista. Las cosas nunca salen de acuerdo a lo planeado, por eso las mentes estratégicas se preparan y están en guardia ante cualquier cosa que se presente.
6.- Utilice el «período de reducción».-
John Boyd fue una de las mentes estratégicas más brillantes del siglo XX. Responsable del desarrollo de los aviones de combate F-15 y F-16 además de conceptos clave como el bucle OODA (observe, oriente, decida, actúe), utilizado en los ejércitos y negocios de todo el mundo.
Antes de lanzar una idea y poner en marcha toda la máquina, tenía una fase de pre-producción, un momento que él llamaba su “período de reducción”. Era la primera ronda de reflexión sobre el plan y el momento de preguntarse:
- Ok, ¿qué es lo que realmente tengo aquí?
- ¿De verdad tengo algo?
- ¿Qué va a ser esto realmente?
- ¿Qué espero lograr?
7.- Tome el camino indirecto.-
El historiador y autor de “Strategy”, B.H. Liddell Hart, condensó el genio estratégico de William Tecumseh Sherman (el general de la Unión en la Guerra Civil norteamericana), en la siguiente máxima:
“Ataque estratégicamente a lo largo de la línea de menos expectativa y tácticamente en el punto de menor resistencia”.
En otras palabras: tómelos por sorpresa en el punto exacto donde son más débiles.
8.- Las “pequeñeces” suman.-
El Strategos no puede ceder en lo esencial ni permitir que distracciones y asuntos tangenciales lo frenen.
Hacer esta excepción o aquella, suma. Las pérdidas se agregan y son contagiosas. Relacionado con esto, hay una alusión estratégica llamada «misión reptante». Se empieza con una meta clara pero luego se hacen frecuentes adiciones, se deja que otras personas agreguen objetivos y tareas. Luego, todo se convierte en algo muy diferente a lo original.
9.- Dese prisa…, lentamente.-
Según un historiador, el emperador Augusto pensaba que nada existía más lejano a un líder bien entrenado que la persona apresurada y llena de temeridad. Por esto se explica que la frase en latín “festina lente” (o date prisa lentamente), fuese uno de sus dichos favoritos.
Arthur Schlesinger Jr. comentó acerca de Franklin Delano Roosevelt: «su cautela se inscribió siempre en la lógica de un avance constante».
En la juventud, la deliberación y precaución a menudo se sacrifican por efecto de hacer las cosas precipitadamente y sin pensar. Las mentes estratégicas evitan ése extremo recordando siempre la lección inscrita en “festina lente”.
10.- Evite la competencia. La máxima de todas las mentes estratégicas.-
En uno de los mejores libros de estrategia que existen, “Blue Ocean Strategy”, los autores explican la diferencia entre un «océano azul» y un «océano rojo». Uno es el espacio virgen sin competidores, el otro uno donde se es devorado vivo. ¿Dónde prefiere estar? Por esto el inversionista multimillonario Peter Thiel dice: «la competencia es para perdedores».
11.- Busque activamente la crítica.-
Dwight D. Eisenhower, uno de los mejores comandantes militares del siglo pasado, planteó la necesidad de la crítica de esta manera: “No siento simpatía por nadie que no tolere las críticas, cualquiera que sea su posición. Estamos aquí para obtener los mejores resultados posibles».
El Strategos comprende que en ningún esfuerzo hay lugar para el ego; solo se responde a los resultados. El trabajo consiste en planificar cómo lograrlos. Y en tanto más se someten los planes a comentarios y críticas, tanto mejores resultan.
12.- Las mentes estratégicas adoptan sistemas y procesos.-
George Washington decía: «el sistema en todas las cosas es el alma de los negocios». En la medida que se tiene clara la visión, se debe asegurar que cada paso sea dado en la dirección correcta para llegar allí.
Parte de esta seguridad proviene de sistemas, rutinas y rituales. Estructuras que evitan que se pierda la orientación y el camino. Los sistemas bien implementados permiten que las mentes estratégicas hagan lo más esencial de su trabajo: pensar en el largo plazo.
13.- Las mentes estratégicas ven las cosas tal como son.-
El guerrero samurái Miyamoto Musashi, destaca la diferencia entre percibir y observar. El ojo que percibe es débil, escribe, el ojo que observa es fuerte. ¿Por qué? Porque la estrategia, ya sea en los negocios o en la guerra, requiere objetividad: ver las cosas como son.
Las mentes estratégicas dejan de lado emociones que nublan el pensamiento con miedo o exceso de confianza, y ven la situación como es en realidad.
14.- Sea generoso en el éxito.-
Ciro el Grande, el renombrado líder y conquistador persa, entendió los peligros de la codicia en tiempos de éxito: «la victoria siempre requiere mayor generosidad, aunque gran parte de las personas, perdidas en la oscuridad de su propio ego, la tratan como una ocasión para aumentar su codicia. Tomar un botín no es un fin en sí mismo, solo un medio para construir un imperio. Las riquezas serían de poca utilidad para nosotros ahora mismo, excepto como instrumento para ganar nuevos amigos».
15.- Esté dispuesto a perder.-
El ex comerciante y filósofo Nassim Taleb tenía una estrategia comercial poco ortodoxa para ganar en grande durante las turbulencias del mercado: perdía dinero durante semanas, incluso años, en apuestas realizadas antes de esos eventos, pero una vez que el mercado colapsaba, cosechaba recompensas monetarias sustanciales. Sabía que hay colapsos que son inevitables.
Cuando el general Ulises S. Grant se enfrentó a Robert Lee, hizo los cálculos. La Unión tenía más hombres y recursos que el Sur. Ambos ejércitos estaban perdiendo hombres, pero Lee no podía perderlos al mismo ritmo. Algunos han llamado a Grant un “carnicero”, pero ganó la guerra porque estaba dispuesto a pelear hasta el último hombre cada batalla, sabiendo que “sumando pérdidas” se dirigía a la victoria.
La estrategia a menudo demanda voluntad de “sangrar a corto plazo” para obtener la recompensa más adelante. Las mentes estratégicas nunca dejan que el corto plazo las distraiga.
16.- Las mentes estratégicas se concentran en el «qué», no en el «cómo».-
El «rey del banano», Sam Zemurray, no siempre fue uno de los hombres más poderosos de su industria. Pero tenía un magnífico don para la estrategia. Cuando su pequeña empresa luchaba contra la gigantesca United Fruit por la propiedad de una importante porción de tierra en Sudamérica y ésta buscaba al dueño legal, Zemurray pagaba a todo aquel que tuviera reclamos sobre la tierra. ¡Hizo muchos pagos, pero obtuvo el premio!
Piense menos en cómo llegar a su objetivo y recuerde siempre lo que está tratando de lograr.
17.- Forme “un equipo rojo”.-
El general Stanley McChrystal sostiene que es clave, una vez que se desarrolla un plan estratégico, atraer a personas que no están comprometidas con él. A los forasteros que no tienen ningún interés por el plan. Ellos son, como dice el término militar, “un equipo rojo” cuyo trabajo es simple: encontrar defectos y problemas en el plan.
Nuevamente, las mentes estratégicas no involucran ni interponen su ego en el trabajo; por ello pueden sentirse agradecidas cuando las personas exponen fallas en su enfoque.
18.- Afronte los problemas a tiempo.-
Hay un cliché: el mejor momento para hacerlo fue ayer, el siguiente mejor momento es ahora. No deje de lidiar con sus problemas porque solo crecerán.
El esclavo convertido en filósofo Publius Syrus tenía una máxima: «Los ríos son más fáciles de cruzar en su origen». Las mentes estratégicas no esperan, no posponen para mañana lo que se puede resolver hoy.
19.- Use su propia energía contra ellos.-
Un principio fundamental de las artes marciales es utilizar la fuerza y energía del oponente en su contra.
«La mejor manera es no intentar detener un torrente, sino desviarlo», le decía Alexander Hamilton en una carta a George Washington. Piense en Gandhi: no se enfrentó al Imperio Británico con fuerza militar, eso habría sido una tontería. Utilizó la resistencia pasiva para convertir las demostraciones de fuerza en testimonio contra sí mismas ante el tribunal de la opinión pública.
20.- Las mentes estratégicas aprenden a priorizar.-
Otra gran lección de Eisenhower es su matriz de decisiones. Le pide que agrupe sus tareas en una cuadrícula de 2 × 2 para decidir si una tarea es o no importante y si es urgente.
La mayoría opera en los cuadrantes no importantes y se deja distraer con facilidad.
El valor real proviene de hacer el trabajo importante y difícil. Hay que evitar distracciones y elegir el trabajo duro en lugar de lo fácil que da una sensación de logro ilusorio.
21.- Aprenda a administrar y delegar.-
Cuando Eisenhower entró en la Casa Blanca por primera vez como presidente, su ujier principal le entregó dos cartas clasificadas como «Confidencial y Secreto». La reacción de Eisenhower fue rápida: «nunca me traigas un sobre cerrado», dijo con firmeza, «para eso tengo personal de soporte». Como dijo más tarde su jefe de gabinete: “el presidente hace las cosas más importantes, yo hago las siguientes cosas más importantes «.
22.- Las mentes estratégicas estudian el terreno.-
Uno de los comandantes de la Unión más destacados de la Guerra Civil fue William Tecumseh Sherman. Cuando era un joven oficial atravesó casi todo Estados Unidos a caballo. Nunca tomó el mismo camino dos veces y aprendió lentamente en cada proceso. Estas lecciones le resultaron muy útiles más adelante. Su famosa marcha hacia el mar, un plan estratégico audaz, se basó en la confianza que tenía en sus conocimientos topográficos, en todo lo que había explorado y estudiado cuando era un joven oficial.
Es necesario estudiar y comprender el terreno en el que se está operando, cualquiera que sea la forma que adopte.
23.- Tenga un “Schwerpunkt” claro.-
El ejército alemán usa el término “schwerpunkt” para describir el «foco del esfuerzo principal». En la guerra, esto representa encontrar el centro de gravedad del enemigo y concentrar toda la fuerza para golpearlo allí. En la vida, esto es saber exactamente qué y dónde se encuentra lo que se desea alcanzar. Luego buscar activamente la oportunidad y no detenerse hasta conseguirlo.
24.- Cuidado con la especialización.-
Si se concentra demasiado en su ámbito de trabajo, es posible que pierda el contacto con el panorama general. Es por eso que Viktor Frankl, autor de “Man’s Search for Meaning”, decía: «yo definiría a un especialista como un hombre que ya no ve el bosque de la verdad porque se lo impiden los árboles de los hechos».
25.- Reagruparse y mantenerse enfocado.-
Napoleón una de las mayores mentes estratégicas de todos los tiempos observaba: “dos ejércitos son como dos cuerpos que se encuentran y tratan de asustarse. Hay un momento de pánico, y ése momento debe aprovecharse».
Todos serán golpeados en el trasero de vez en cuando. Los oponentes también. Lo que importa es la rapidez con la que uno se reagrupe y haga seguimiento.
26.- Las mentes estratégicas aprenden a esperar.-
Una de las lecciones estratégicas más contradictorias proviene de Quintus Fabius Maximus Verrucosus, el romano que debía derrotar a un Aníbal, que no solo había cruzado los Alpes, también acumulado una serie de importantes victorias en suelo italiano.
El genio de Fabius fue no comprometer sus fuerzas contra Aníbal. Sabía que él no tenía el ejército capaz de atacar una ciudad amurallada como Roma y que como estaba lejos de casa, no podría durar mucho tiempo.
Existe el argumento de que el Sur debería haber utilizado una estrategia similar en la Guerra Civil de Estados Unidos. Pero esto requiere disciplina y paciencia. Es emocionante y fácil atacar, es muy difícil esperar los momentos apropiados para hacerlo.
27.- Incremente la moral.-
Hay un comentario bien conocido de Napoleón: «lo moral es a lo físico como tres a uno». O en una versión más moderna, como lo expresó Colin Powell: «el optimismo perpetuo es un multiplicador de fuerzas». Optimismo y moral elevada multiplican la eficacia de todo lo demás, por eso son elementos clave a tomarse en cuenta en cualquier operación.
28.- Aplaste totalmente a su enemigo.-
Una de las mentes estratégicas de la Revolución Haitiana, Toussaint L’Ouverture, respondió una vez a un oponente: “si tienes un cerdo que come gallinas, puedes sacarle un ojo y luego sacarle el otro, pero aun así comerá pollos siempre que pueda «.
Cuando se le preguntaba por el sentido de la frase, respondía: «significa que los malvados son incorregibles». Es un resumen menos intimidante de la ley de Robert Greene: «aplasta totalmente a tu enemigo».
A veces en la guerra se requiere la aniquilación total. Nadie puede permitirse el lujo de tener enemigos de por vida. Pero la mejor lección posiblemente sea esta: evite encontrarse en situaciones donde pueda crear enemigos para toda la vida; reaccionar emocionalmente es fácil, el autocontrol no tanto.
(Temática extraída del artículo «29 Lessons From The Greatest Strategic Minds Who Ever Lived, Fought, Or Led« de Ryan Holiday. Traducido, contextualizado y redactado por Carlos Nava Condarco).
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