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por Adrián Estañol
Sentido Común
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La falta de flujo de capital nuevo en el país arrastró a la inversión extranjera directa en la primera mitad del año. Foto: AP/ Rebecca Blackwell
25 de ago. (Sentido Común) — El flujo de inversiones extranjeras al país aceleró su ritmo en el segundo trimestre de 2020 con respecto al mismo periodo del año previo, pero no logró reanimar el decaído interés en la entrada de capital fresco. La falta de flujo de capital nuevo en el país arrastró a la inversión extranjera directa de 20 mil 802 millones de dólares en la primera mitad del año pasado a 17 mil 969 millones el mismo periodo de 2020, de acuerdo con datos de los flujos de inversión dentro de la balanza de pagos publicados por el Banco de México. La caída de la inversión en la primera mitad del año se dio a pesar del avance de 2.6% anual logrado en el segundo trimestre de este año, al pasar de seis mil 431 millones de dólares entre abril y junio de 2019 a seis mil 596 millones en el mismo lapso de 2020. Estas cifras contrastan con la caída de 0.7% anual que reportó la Secretaría de Economía, con cifras preliminares del primer semestre del año. La caída anual de 13.6% en el primer semestre del año es la peor para un periodo similar desde la primera mitad de 2014, cuando la inversión extranjera directa retrocedió 38.2%, de acuerdo con datos históricos del Instituto Central. La reducción de los flujos que destinan las empresas para iniciar con nuevos proyectos o ampliar sus operaciones en México se debió principalmente a una menor entrada de capital fresco, que pasó de cinco mil 19 millones de dólares a tres mil 40 millones de un periodo a otro. La caída en nuevas inversiones es más evidente en el periodo de marzo a junio, cuando las medidas tomadas a nivel mundial para disminuir la propagación de la pandemia de covid-19 afectó al comercio y a la economía del mundo y de México, donde además, la confianza empresarial se mantiene en un rango pesimista por decisiones al interior. En dicho periodo, las nuevas inversiones cayeron 74.7% anual. Como se refleja en la cifra trimestral, la primera parte del año, la mayoría del capital colocado por las empresas extranjeras en el país fueron producto de reinversiones y sólo 16.9% se colocó en nuevas inversiones. Para el presidente Andrés Manuel López Obrador, las cifras de inversión extranjera han sido alentadoras, aún cuando no se recuperan del todo al comparar con los montos invertidos en periodos pasados. Incluso, López confía en que el flujo de inversiones podría aumentar conforme lleguen nuevas inversiones a México por la debilidad observada en materia económica en naciones que son competidores naturales del país. Claro que, para que ese escenario se materialice, la administración lopezobradorista aún tiene que revertir la percepción empresarial de que hay un entorno menos favorable para la llegada de nuevos proyectos. De hecho, para muchos, el mal momento que se ve para invertir en México es responsabilidad de algunas decisiones tomadas por el presidente López Obrador. De acuerdo con el sondeo mensual que elabora Infosel con agentes financieros del mercado, 87.9% de 423 entrevistados vía correo electrónico dijo que México está en un peor momento para invertir respecto a agosto de 2019 y 63.5% de éstos dijo que el responsable de ello es el propio presidente. Desde septiembre de 2019, la confianza empresarial en México ha venido deteriorándose por algunas decisiones tomadas por el gobierno de López Obrador, como negar un permiso a la cervecera Constellation Brands para que terminara una planta que estaba construyendo en la ciudad de Mexicali, Baja California, o intentar limitar la entrada de energías renovables al mercado eléctrico mexicano. A pesar de ese pesimismo, el gobierno apuesta que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, o T-MEC, atraiga capital extranjero al país. Una de las primeras respuestas se registró a inicios de julio pasado, cuando la candiense Bombardier Recreational Products anunció la inversión de 185 millones de dólares canadienses (aproximadamente 136 millones de dólares) para construir una planta en Ciudad Juárez. Y en días recientes, fabricantes de productos electrónicos, como Foxconn y Pegatron, han visto al país como un lugar para construir nuevas fábricas, según reportó la agencia de noticias Reuters. No obstante, este interés en el país no ha frenado las peleas en tribunales y desazón entre los empresarios extranjeros y nacionales con las decisiones tomadas por el gobierno, en particular en el sector energético. En un nuevo cambio a las reglas establecidas como parte de la reforma energética, la administración de López Obrador decidió, sin previa revisión regulatoria, modificar el reglamento para la operación del Sistema Eléctrico Nacional, para dar un trato preferencial a la empresa estatal Comisión Federal de Electricidad sobre los productores privados de energía alternativa. Estos cambios, que se han vuelto una constante en éste y otros sectores, han hecho que la iniciativa privada tenga una “pérdida de interés en cuanto a invertir en México derivada de los mensajes explícitos o de facto que ha mandado el gobierno mexicano a la comunidad empresarial, nacional e internacional en cuanto al respeto de contratos previamente firmados, cancelación de proyectos y modificaciones a diferentes políticas económicas o sectoriales”, dijo Rión M&A, una firma especializada en fusiones y adquisiciones, en un reporte. Durante el año pasado, México captó un total de 33 mil 728 millones de dólares, lo que representó una caída de 5.3% frente al año previo y la menor captación en tres años. |
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Fecha de publicación: 25/08/2020 |
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